El tiempo me agobia.

 El tiempo me agobia con su peso, pero no me impide seguir soñando,

seguir caminando por el fluido camino de la esperanza.

El tiempo inexorable lleva una cruz que cada día pesa más,

pero la fuerza de ti me permite seguir escribiendo: te amo.

Tus manos borran las cicatrices de los años

y tus labbios dan calor a mi alms.

He caminado mucho sostenido por tu  mano

que siempre me ha guiado, el sendero terminará cuando me sueltes.

Mientras tus ojos iluminen mi vida venceré la cuesta de la montaña, descenderé por la cañada

y gozaré del verde valle de las ilusiones.

no me cansaré mienttras tenga el cayado de tus besos.

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DE. CALIGRAFÍA EN LA ARENAA.

 Del silencio brota la palabra,

parece un parto espontáneo,

pero debe haberse gestado lentamente en el sy en una grieta de ese silencio brota tímida,

furtiva, anhelando no seer pisada por la marcha de nimiedades que desfilan todo el día.

El silencio es el gestador de la palabra con sentido.

Mis palabras las extraigo durante  los es7casos silencios

ue  le robo a la algarabía y las pláticas inanes,

Es paradójico, pero es en la soledad cuando realmente encuentro la palabra. 

En la en la soledad y en el silencio es cuando más rstoy contigo,

ahí está con esa bella intimidad cómplice de mi total entrega a ti.

De: Caligrafía en la arena.

 ºSoy una figura sobre la arena , un pequeño castillo

con torres almenadas... ese castillo soy yo.

Cuidadosamente le doy forma,

comprimo la arena para que no se caigan las ventanas,

ni lasa almenas, ni el foso que lo rodea.

Busco entre los trebejos del corazón una tablita

para ponerla de puente y puedan entrar los que quieran.

Cae la tarde, la marea sube y basta  la primera ola

para que todo se destruya,

el agua se desliza con suavidad sobre mi castillo

y toda mi obra se destruye.

Así ha sido siempre, mañana, cuando la mrea baje,

comenzaré a construir... así fue, así es y así será.

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