Otoño

Llega el otoño con u pincel dorado
cabalgando sobre un viento podador
y las hojas se desprenden y caen
navegando al vaivén de las olas del aire.

El árbol queda desnudo
dibujando un paisaje de nostalgia.

La gente camina inclinando la cabeza
y las manos buscan calor en los bolsillos.

Él se ha ido a hibernar
y yo salgo a caminar
para disfrutar de las calles desiertas
esperando el diálogo con el silencio del ivierno.


---------------------------------------------------------------------l.a.p.

Moriré

Moriré
¿quién que ha nacido no muere?
Mi dolor no es por la muerte,
es la incertidumbre de cómo será.

Quiero morir despacio, lentamente
como un ocaso lleno de fuego
que despide al día con un despliegue de fulgores
y tú a mi lado sin una lágrima;
nuestras manos enlazadas como nuestras almas,
 con un beso, no de adiós sino hasta pronto.

El alma es eterna,
soy un convencido de la bondad del Creador
que en esta vida nos permite un receso
para confirmar la sinceridad de nuestro amor
y después vendrá el reencuentro
un reencuentro que tendrá temor
sabiendo que nunca más volverá a haber un "hasta luego"
con las manos enlazadas como nuestras almas
y así esperaremos sin esperar,
el amor que durará una eternidad.


---------------------------------------------------------l.a.p.

Esperanza

Crecen dentro de mí
todas las espinas.

No tengo en el alma la exuberancia tropical
ni en los acantilados de mi corazón
revientan la olas del mar..

Sólo tengo aridez.
pero aún así crecen, humildes,
los espinosos arbustos
que guardan en su aparente sequedad
la savia que los mantiene vivos
resistiendo inclemencias,
se nutren con los veneros subterráneos
que manan de la escondida fuente
que hay en lo más profundo de mi espíritu:
¡La esperanza!


----------------------------------------------------------------------------------l.a.p.

El tiempo y tú. L.A.P.

El tiempo y tú no se llevan.
él te ha abandonado,
te ha dejado a un lado;
en cambio en mí se queda:

La piel se aja y se reseca,
el cabello desaparece
y mis manos tiemblan como hojas de álamo
agitadas por el viento.

En cambio tú sigues igual:
la frescura de tus labios,
la tersura de tu piel
y la ternura de tu mirada.

El tiempo te ha olvidado
o. ¿seré yo quien lo ha detenido en ti?

No importa.

Es el amor quien tiene la virtud
de que ante mis ojos
estés siempre en una eterna juventud.


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Volar.

Volar, siempre volar.
¿Por qué no reptar?

Desde la altura sólo se ve el paisaje,
reptando se cruza por él.

Cada piedra, cada guijarro,
cada flor, cada espina...

Volar es soñar; reptar es vivir.

Ya vendrá el día en que mi alma repte para siempre.

Por hoy reptaré cada segundo,
cada minuto, por cada  por cada hora
por cada día.

Seguiré así, reptando lenta y constantemente,
ya llegará el día en que vuele pata siempre,
pero hoy iré lento hasta el fin,
viviendo como debe ser: intensamente.

--------------------------------------------------------------------------------l.a.p.

Desierto

                     Se abre la flor del cactus
                con la primera lluvia de la primavera..

                      Aquella planta que en invierno
                            estaba seca, casi muerta,
                    pero la vidas dormía en su entraña.

                   Así, igual, creí que yo también estaba
                              en una muerte interna.

                        Mas llego tu vivificante presencia
                             y milagrosamente se abrieron
                               las flores de la esperanza
                         y poco a poco fui llenándome de vida
                           y las flores se convirtieron en frutos
                              que alimentan la fauna silvestre
                                        de mi páramo;
                               y aquí están corriendo, reptando,
                                     dejando su huella negra
                               sobre la blanca llanura del papel.

------------------------------------------------------------------------------------L:A:P
                       

El guijarro. L.A. P.

Soy el guijarro que se hunde
en las transparentes aguas de tu fuente;
el ave que cruza la neblina de tu pelo,
la hiedra que abraza el mármol de tu cuerpo;
la brisa que mitiga el fuego que te abrasa,
el vino que en tus labios se derrama;
soy, en fin, el hombre que te ama.


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Cuándo volverás... L:A:P:

Delas profundas horas en que vivo
tu recuerdo es la luz que me ilumina;
de amor, de besos soy tu mendigo
y de tu ausencia cruel que me asesina.
Cuándo volverás, amor, a darme
el calor de tus ansias tempraneras;
cuándo volverás, amor, a consolarme
de las penas de amor, mis compañeras.
Cada día mi vida va acercándose
a la meta final de mi existencia;
cada día mi vida va acabándose
en la negra noche de tu ausencia.


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Mi boca calla...

Mi boca calla, pero mis ojos gritan ;
no creo que no te des cuenta de ello.

Qué más puedo hacer?
callar, solamente callar.

Así ha sido siempre.

Hablo mucho para no decir lo que siento,
prefiero la trivialidad de la palabras
para ocultar la verdad que me avasalla.

No puedo decirla, no debo hacerlo;
los convencionalismos se estremecerían,
su látigo implacable me fustiga
y yo, ¿qué pasaría?

Me convertiría en el escarnio de todos,
no por haberlos insultado,
sino simplemente por haber dicho
lo que realmente siento y creo.

La mentira es la ley del equilibrio social.

-------------------------------------------------------------------------l.a.p.

Los años. L.A.P.

Los años van abriendo caminos.

Los años, los muchos años,
labran en un acantilado de aire,
figuras que se diluyeron en la nada.

La alforja está vacía de ilusiones,
los años la rompieron y fueron cayendo
mezclándose con las arenas del olvido.

El camin no termina,
es el caminante el que se acaba.

Busca abrigo bajo un árbol sin hojas,
no hay sombra porque la luz se apaga.

Sólo cansancio de hacer y hacer
sin conseguir nada.

Así ha sido:
un caminar haciendo
para terminar vacío.


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Vida. l.a.p.

Aquí estoy, como siempre.

Ese encuentro que siempre es fugaz.

Soy el que siempre espera,+

el que corta las rosas del tiempo,

para adornar con paciencia tu llegada.

Estás al alcance de mis ojos

y,  a la vez en la lejanía del abrazo y el beso.

Me siento como víctima aprisionada en un cepo,

muriendo de sed teniendo el cántaro al alcance

y no poder tomarlo.

Por eso, tras la espera,

mis brazos te ciñen

y mis labios beben desesperadamente

de la fuente de tu boca,

por mucho que beban

saciar la sed que tango de ti.

Y tras el efímero encuentro,

de nuevo, el tormento de la espera;

pero vale la pena y el sacrificio,

a cambio de la dicha de otro abrazo,

otro beso  la gloria de nuestra mutua entrega.

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Sin título. L.A.P.

  Mi mente parece un dibujo de Eischer;
una cascada que ternina en su fuente;
una escalera que termina en su comienzo
escalera que se invierten, figuras que se transfornan.

Estoy loco, eso lo saben todos los que me conocen,
afortunadamente disfruto mi locura.
Me gusta ver y observar el "Teatro de la vida".
Nada es nuevo y todo es estreno.
Todo es relativo, todo es un depende de...
Los tontos consideramos sabios a los demás;
los más tontos consideramos sabios a los demás.
¿Quién tiene la razón todos y ninguno.
¿Paradoja?
Las paradojas son bellas, las contradicciones no.
Más vale ser paradógico que contradictorio,
me refiero en el ser y el hacer.

Qué soy: paradoja o contradicción?
Ninguna de las dos, simplemente soy hermosamente loco...
para mí.

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Contrición. l.a.p.

            Tengo tanta fe que mi oraciones no suben,
parecen de agua, resbalan y caen formando un charco
                   de tristeza.
Quién soy para pedir tanto si ya tanto he recibido?
     No  quiero orar para que me des,
   no quiero pedir, me quiero entregar
    y mi oración es para que me recibas.
Pero qué puedo llevarte, qué puedo darte?
            Mi pasado, fardo de pecados;
     conscientes pecados en mi conciencia.
Tengo tanta fe, que sé que no te merezco,
     ¡pero cuánto te amo y te necesito!
Tengo fe en tu infinita misericordia para que me recibas
             y entregarte lo único que tengo:
                       mi contrición.



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Como una naranja... l.a.p.

Como una naranja intensamente luminosa
el sol se levanta
desperezando a unas nubes violáceas.
La noche desaparece huyendo furtivamente;
los sueños y la inspiración se desvanecen.
La prosaica realidad me invade,
es hora de ponerse las máscaras
para convertirnos en comparsas
del carnaval cotidiano.
La luz es bella, las sombras se convierten en realidades.
Pero me gusta más la noche,
esa noche que necesita del día para poder ser.
Mi yo comienza al ver los matices del atardecer,
como si el día temiera del día para poder ser.

Mi yo comienza al ver los celajes del atardecer,
como si el día temiera a la noche que le amenaza,
así como yo le temo al día.
La noche me despoja de la máscara para ser yo,
para verme tal cual soy,
verme reflejado en el espejo de la sinceridad,
un espejo que muestra la verdad.
Me quito los ropajes de los convencionalismos
y me escondo en el silencio, huyo del ruido.
El monólogo comienza, un monólogo de sueños y fantasías
que se enfrentan a verdades y realidades
y se enfrenta en un duelo donde siempre pierden las segundas.
Quedo ileso, triunfante, sin lanza y sin armadura,
triunfo con las poderosas armas de mi locura.

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La caja de piedra. L.A.P.

De la caja de piedra saco palabras de arena
de esa arena fina y blanca que cubre mi desierto.

Las palabras quedan sueltas
y van soltando sus granitos areniscos,
son palabras que suenan a gorrión, jilguero
y le hacen contrapunto el zanate y  el cuervo.

Palabras aladas que flotan y se cuelan
por entre las ramas de los mezquites y huizaches
y se convierten en música;
melodía que se desliza por la infinita llanura
hasta chocar con el cerro que, agradecido,
las develve.

Los ocotillos y lechuguillas aplauden junto a los nopales
su aplauso es discreto, bajo, suena a murmullo que arrulla.

Luego de dejarlas volar, las palabras regresan
a reposar en la caja de piedra.

Lleno de silencio y de paz,
camino de regreso a la mentira.

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Horas de aga,

Horas de agua,
                    líquidas,
                               frescas,
                                         transparentes
que resbalan por las ranas de ni vida.

Horas de aire,
susurrantes consejeras íntimas
filtrándose y meciéndose suavemente
en las secas ranas de árbol.

Horas hilvanándose lentamente por minutos
que van formando encajes de días.

Las veo fluir, flotar, tejer
la telaraña en el árbol de la vida.

Soy árbol de ramas desnudas,
sin follaje, sin fruto, sin aves.

Ahora se cubren con los finos hilos de las telarañas
en donde quedan atrapados los recuerdos.

Parecen tan frágiles,
pero ni los vendavales han podido romperlas.

El tiempo joven hizo brotar el árbol;
el tiempo viejo, araña de brillantes colores,
ha ido tejiendo la red donde quedan atrapados los recuerdos,
únicos frutos que, como mariposas,
se mecen suavemente al vaivén de la memoria.

----------------------------------------------------------------------------l.a.p.

Soy aquel... l.a.p.

Soy aquel que conoció la primavera,
aquel que tantas locuras hizo,
soy ese que aún sigue desvariando
tratando de encontrarle sentido a las palabras.
Yo soy aquel que un día soñó y soñó
y que ahora, con un invierno final sigue soñando.

No añoro nada, eso sí es de locos: añorar.
Recuerdo mas no añoro, sigo adelante
con un paso cansino pero constante.
Soy aquel que tendió su mano y sigue tendiéndola
por ayuda y para ayuda
y mi mano sigue abierta.

Si la estela de mi popa se pierde en un horizonte sin fin,
mi proa sigue rompiendo las arenas del desierto;
no tengo barca, tengo un arado tirado por ilusiones
y esperanzas, más fuerte que cualquier yunta;
ilusiones y sueños y esperanzas siguen siendo mi alimento,
las mismas que alimentaron a aquel
que por méritos propios se gano el honroso título de
                                     ¡loco!


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Sale el sol... l.a.p.

Sale el sol saboreando la mañana,

la muerde y la chupa hasta secarla.

Sediento, el mediodía se tiende

y se arrastra sobre las horas;

se apaga lentamente

y se esconde de la noche.

La noche suspira calladamente

y va encendiendo los luceros con besos

que se dan los enamorados.

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Penamientos. l.a.p.

                                              APOSTASÍA.

                                        A veces creo que no creo.

                                           CONTRADICCIÓN.

                                        Si niego es porque algo afirmo;
                                         si afirmo es porque algo niego.

                                                    RANITA.

                                          La esmeralda es una ranita que brilla;
                                           la ranita es una esmeralda que salta.

                                                       NOCHE.

                                          Noche rebanada de pan quemado
                                           untado con mantequilla de luna.

                                                     + + + + + + + + +

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Sé que lo sabes. l.a.p.

Sé que lo sabes, lo noto en tu mirada,
en esa disimulada sonrisa.

Lo sabes porque, tal vez, sin quererlo
lo provocaste.

Así nació muy dentro de mí el deseo,
sí, ara qué negarlo, te deseo.
Sabes que mi deseo no es irreverente
o simple capricho.
No, es el deseo, ese "tender con el pensamiento
al logro o la realización de algo que proporciona
alegría o pondría fin a un malestar".

(Ves? Hasta en un diccionario, cuando se desea,
se encuentra lo que se quiere expresar).

Sólo tú calmarías mi malestar,
ese verte y guardar silencio,
gritar sólo con la mirada,
crispar las manos y apretar los puños
para no tenderlos hacia ti
en un arrebto que penas logro controlar...


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Sombra. Música. l.a.p.

Sombra silenciosa, oscura, es la sombra.

Sombra, consecuncia de la luz.

así soy de ti: la sombra.

Tú eres la luz que me da vida,
soy porque existes;
vivo porque vives.

Soy inexorablemente de ti:
soy una sombra llena de vida
gracias a la luz que eres.

                XXXXXXXXXXXX

Música, magia sacada del arca del alma.

Melodía que acaricia,
nave que transporta
por los etéreos senderos del recuerdo,
la ilusión, la notalia, la melancolía.

Paliativo de tristezas,
compañera de soledades.

La noche en plenilunio tuvo su parto
y la música nació.

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sin título. l.a.p.

No sé cómo ha podido ser
que la flor haya podido vivir
en la salobre y escasa humedad de mi alma,
pero es.

Ahí está,
soportando estoica junto a su antónimo.

Florecita enamorada de un seco arroyo,
creciendo en su margen
sin más compañía
que lo calcinados guijarros de mis recuerdos.

Tú, que debería estar en el jardín florido
te acercas al árbol viejo y seco
dando vida a un cuadro surrealista
donde se pueden conjugar
noche y día...
                       miel y acíbar...

                                                bella y bestia...
tú y yo.

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Tu imagen l.a.p.

Tu imagen aparece vestida de notas de piano
y la memoria deja de ser tormento
y doy gracias por el sufrimiento
que me ha permitido disfrutar de la felicidad
que tengo al recordar el casual encuentro de la dicha
de haberte conocido y que aún estés a mi lado

Los años desaparecen, las heridas se restañan
y la oscuridad y la penumbra desaparecen
con la luz de tu mirada,
La tristeza se borra con tu sonrisa,
el corazón rejuvenece con la suavidad de una caricia.

La memoria también desaparece sustituida
por la dicha que gozo intensamente
de vivir un maravilloso presente.


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Siempre duda de mi amor. l.a.p.

Siempre dudas de mi amor.
Es cierto, no he sido lo que esperabas,
aunque tú sí eres lo que he querido.
No necesito decirte que te amo
en mis ojos lo vas leyendo.
Nuestro árbol dio un solo fruto,
pero ese fruto seguirá floreciendo
y siempre estará alegrando
el crepúsculo de nuestras vidas.
Estamos juntos como empezamos: sólo tú y yo,
pero ya no tanto,ahora nos visitan aves floridas
que nos alegran con su canto.
Nuestras viejas ramas todavía tienen el nido
a donde vienen a reposar y alegrar.
No necesito decirte que te amo,
en mis ojos lo estás leyendo a diario,
a cada momento a cada instante.
El fuego de mi cuerpo se apagó hace tiempo,
pero el de mi alma sigue ardiendo
avivado con tu risa y tu presencia.

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Mis cansados ojos. l.a.p.

Mis cansados ojos se esfuerzan por abrirse
y dejar que mis ojos, viejos ojos,
ven la grandeza del mundo.

Sí, aún soy optimista
a pesar de tanto pesar...
tal vez por eso soy optimista.

Es la amargura la que me da el placer de la dulzura;
es el pecado el que me da la paz de la redención
y son los años, los muchos años,
los que me dan la alegría de una vieja juventud.

Qué fresca es la primavera,
como ardiente es el verano,
como pletórico de color el otoño
y como albo armiño es el invierno.

Estoy en el otoño -soy optimista-
y mi corazón se enciende de colores,
todos cálidos y ardientes
desesperados porque en cualquier instante
llegará la brisa que los borre
y quiero disfrutarlos intensamente,
asirlos, comérmelos, untármelos todos
en el cuerpo y en el alma.

Mis cansados párpados se esfuerzan en abrirse
y dejar que mis ojos, viejos ojos,
vean, disfruten, gocen la grandeza del mundo.

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Cuánto he deseado. l.a.p.

Cuánto he deseado!
Pero, ¿qué ha valido la pena desear?
Me consumo sin arder y es lo que deseo: arder.
No deseo consumirme pudriéndome.

Qué bello sería que mis deseos ardieran
y se realizaran así: ardiendo,
que fueran destellos en la oscuridad,
destellos continuos, pero al fin, destellos de luz.

Pero no, desear así me parece soberbia.

¿Quién soy para desear arden con luz?
¿Nadie? Tampoco. Soy alguien y, como tal, deseo
y puedo desear lo que quiera
al fin que el deseo no es un hecho,
es, implemente, un deseo, algo tan íntimo que no sale de mí.

Entonces... seguiré deseando, tal vez, -el eterno tl vezz-
algún día, circunstancial, casualmente,
choque como el pedernal con algún acero
y brote, instantáneamente, fugazmente, una chispa.

Si es así, mis deseos se habrán cumplido.

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Elotoño sea anuncia. L.A.P.

El brillante y ardiente sol ha perdido fuerza.
el otoño se anuncia con noches frescas
y mañanas nubladas.

Cielo gris que invita a meditar y a soñar,
los recuerdos vuelan en giros como buitres
queriendo comer la carroña de la memoria.

A esta edad la memoria no es fresca,
pero sigue enviando sus imágenes asepiadas
por el tiempo.

Es bueno, no hay nostalgia, no es "el dolor por el regreso",
así me siento bien, especialmente en el alma,
aunque el cuerpo no sienta igual.

Esa memoria vieja me hace sentir la vida pasada,
cuánta de ella desperdiciada,
pero también mucha e ella disfrutada.

Lo hermoso no son los frutos de mis ramas,
sino los producidos por la semilla que de ellas cayó.

Sí, me gusta el otoño y más el invierno,
mas no por ello desprecio a la primavera y al verano,
sólo que con los primeros me identifico más,
son como cofres que se abren y me muestran
los ajados recuerdos...

y los recuerdos son la constancia de la vida.

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Como un buen libro (Para Toño A. M.)

Como una Esfinge que siempre esconde la incógnita;
el libro convertido en hombre que todo lo sabe
y, a la vez, la libreta en blanco en donde anota
lo que poco a poco va descubriendo.

Me parece un álamo que arrulla
con el suave ronroneo de las hojas
acariciadas por el viento.
Árbol en el que se encuentra la frescura de su sombra
y la paz que el espíritu necesita.

El silencio elocuente del que sabe escuchar
y luego la palabra suave y atinada
que siempre da en el blanco.

Una humildad que a veces parece soberbia.

Paradójico, como todas las verdades, ahí está:
silencio elocuente, palabra callada,
fluye como un río subterráneo,
no vemos el torrente, pero sí el fruto
que forma el bosque y la selva;
que mantiene la vida en el desierto.

Una activa tranquilidad que produce,
mueve a la acción con su aparente pasividad.
Silenciosa acción que invita a la imitación;
no sólo la palabra que convence con su verdad y elocuencia.

en fin, e sencillamente un maestro
y por encima de todo ¡Un amigo!

VIII-01

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La noche. l.a.p.

A hurtadillas se acerca la noche

se arrastra y ahuyenta la luz,

yo sonrío y me preparo para soñar.

a soñar sin dormir,

no desperdiciaré la compañía
de mi más íntima confidente.

Espero ansioso la lluvia plateada

de la luna y Venus aparece primero

y poco a poco aparecen, discretos,

los cocuyos estelares.

El escenario está listo.

el teatro vacío

y la música comienza

con su obertura de grillos

acompañada de los violines del viento.

Yo me acomodo en el palco de honor

acompañado de mi sombra tenue.

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Paria del idioma. l.a.p.

Paria del idioma,
mendigo de palabras.
Busco y busco sin encontrar
el tesoro de palabras
que digan lo que siento,
que expresen mi pobreza,
no la riqueza,
que padezco.
Palabras tabgibles
que te hagan sentir mi hermano
cuando te digo: hermano;
que te hagan sentir mi amigo
cuando estrecho tu mano.
Es cierto, de tanto rodar y rodar
las palabras pierden su brillo
y cómo decirte "Te amo"
y que lo sientas?
Tal vez los ojos digan más que los labios.
Mírame y convéncete.

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