jueves, 27 de octubre de 2016

Volar.

Volar, siempre volar.
¿Por qué no reptar?

Desde la altura sólo se ve el paisaje,
reptando se cruza por él.

Cada piedra, cada guijarro,
cada flor, cada espina...

Volar es soñar; reptar es vivir.

Ya vendrá el día en que mi alma repte para siempre.

Por hoy reptaré cada segundo,
cada minuto, por cada  por cada hora
por cada día.

Seguiré así, reptando lenta y constantemente,
ya llegará el día en que vuele pata siempre,
pero hoy iré lento hasta el fin,
viviendo como debe ser: intensamente.

--------------------------------------------------------------------------------l.a.p.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario