viernes, 31 de marzo de 2023

Tú y yo-

 Ola y roca

atardecer y horizonte nuestras miradas


El día y la noche;

el allá y el aquí,

distancias que jamás se unirán.

La esperanza,

                          el deseo

lazo de nuestras almas.

Los prejuicios

obstáculo infranqueable de nuestros cuerpos.

¿Negarlo?

ni tú ni yo podemos.

Nuestras miradas son el grito

que pregona nuestro anhelo.

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viernes, 17 de marzo de 2023

Para siempre...

 Para siempre...

nunca...

¡Mentira!

Que te amo para siempre y nunca te dejaré,

es mentira y esa mentira es verdad.

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Dices que odias los espejos,

que el tiempo todo lo destroza,

que se pierde la lozanía y la belleza... ¡qué importa!

Yo te amo y mírate en mis ojos,

son como el espejo del cuento,

ahí te reflejas hermosa

porque así es como te ve mi alma

y el alma no envejece,

con los años se enriquece

y el único acervo es el amor,

porque el amor

todo lo sublima y ennoblece.

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martes, 14 de marzo de 2023

Quién eres?

 Quién eres que estás en todo?

Eres flores nubes, luz y canto;

eres dolor, soledad y llanto.

Quién eres, de dónde viniste?

Por qué yo. Por qué lleaste a mí?

Acaso porque estabas, como yo, sola?

Te recuerdo triste y agobiada.

Tendí mis brazoas hacia ti y me aceptaste,

fue un tierno y vivifcante abrazo.

Oír tu risa me llenó de dicha.

Fuimos náufragos que nos ayudamos mutuamente

hasta llegar a la playa.

Te di mi vida para darte vida

y así como llegaste también te fuiste.

Mas no me quejo;

acaso puede haber algo más bello

que dar la vida para dar vida?

Ahora eres flores, nubes, luz y canto;

yo soy dolor, tristeza, soledad y llanto...

El ciclo se ha cerrado... adiós!

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jueves, 2 de marzo de 2023

Anécdota escolar.

 En las actividades escolares había una de dibujo y para que dibujaran algo fui a la bodega de la escuela y encontré una vieja jarra de peltre y me pareció apropiada, tenía todas señas de su antigüedad y me la llevé a mi oficina; poco después llegó una madre de familia a tratar un asunto de su hijo, la invité a que pasara a mi oficina y tomara asiento. La señora vio la jarra con disimulo. Trato el asunto de su visita y se fue. Al día siguiente mi secretaria me dijo que me había ido la señora que atendí el día anterior y que me había dejado una caja. Intrigado abrí la caja y ¡oh, sorpresa! era una cafetera eléctrica. (la señora debe haber pensado que era para mi uso la vieja y descarapelada jarra de peltre).

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