lunes, 30 de mayo de 2022

Cabalgata

 Los cascos del caballo desbocado de la memoria

sacan chispas de las piedras del pasado,

chispas que queman y causan `-amulas llenas de lágrimas.

Tiro de la rienda, pero el caballo ha mordido el freno

y nada lo detiene,

debo dejarlo correr y correr hasta que reviente.


                            X X X X 

domingo, 29 de mayo de 2022

Desierto.

Muchos añoran el sol y yo lo tengo a raudales.

Una luz blanca y un calor que incinera.

Es tanta su luz que me ciega, 

la arena es un espejo en mi desierto,

es el calcio del esqueleto

de un mar hace años muerto.

Aquí no existe el gris, o todo o nada, 

por eso no hay eufemismos que dornen la verdad, 

a veces cruel y despiadada.

La retórica se la llevó el viento.

Mi palabra es sec

como el cauce del pagado río.

En la noche siembro letras

regadas con melancolía

esperado en vano

que florezca la poesía.

                X X X


martes, 24 de mayo de 2022

Sin rastro.

 me gusta el vuelo de las aves,

vuelan sin dejar huella que las delate.

Caminar sin que el pie holle la tierra,

así ha sido mi caminar. sin huellas, 

si acaso como un esquife

dejando una efímera estela sobre el agua.

Breve, superficial y luego nada que delate mi presencia.

Un inadvertido pasajero en el abarrotado tren de la vida.

Muchos han bajado y más han subido a bordo

y todos, en algún momento, bajaremos 

y nos convertiremos en polvo.


                           xxxxxxxxxxxxxx

viernes, 20 de mayo de 2022

En el ocaso.

 Estoy en el ocaso, lo sé y lo acepto

-seria necedad no hacerlo-

lo bueno de llegar a viejo es que se necesita mucho tiempo.

Dicen que los viejos no aman, no es cierto,

amamos con sinceridad, sin egoísmos,

con una total entrega... hemos vivido lo suficiente

para aprender a amar así.

No rogamos, nos entregamos;

no pedimos, damos...

lo difícil es ser correspondido.

   x  x  x  x          

martes, 17 de mayo de 2022

 Cae la lluvia que refresca la aridez de mi existencia,

esa lluvia eres ¡Tú!

La luz de un nuevo día entra por mi ventana,,, eres ¡Tú!

Tú, siempre en todo, por eso me alegro de estar vivo

porque siempre estás en mí,

moriré cuando me olvides...

sólo el olvido mata.

                        xxxxxxxxxxx

Escancio mi botella de recuerdos y bebo copa tras copa hasta embriagarme,

mi botella sólo tiene un licor: ¡Tú!

                           xxxxxxxxxxxxxxx

lunes, 16 de mayo de 2022

Loco

 No hay enamorado qe no esté loco y yo lo estoy

y tú eres la culpable.

¿Culpable?

¡No! ¡Nunca!

Gracias por heberme dado la hermosura de ti,

de tu presencia, de tu existencia

que le dio sentido a la mía.

Físicamente ya no estás a mi lado,

pero dejaste tu impronta en todo lo que me rodea.

Si alguna vez te sients perdida,

ven para que te encuentres  al ver mi alma.


      xxxxxxxxxx

viernes, 13 de mayo de 2022

Cuervos.

 Los cuervos trazan su caligrafía en la ´página azul del cielo.

Una nube realza una mayúscula historiada;

los gorriones puntualizan y las auras rubrican con su vuelo, poemas de paz en el desierto.

Tendido sobre la mullida cama de arena leo los versos que las aves riman.

El sol ilumina majestuoso sobre su imperio creando las surrealistas pinturas

con las sombras que proyectan la flora modesta y bella

sobre el infinito lienzo de la tierra.


                                                    xxxxxxxxxxxxxx

miércoles, 11 de mayo de 2022

Fin del camino.

 El camino se acorta

ha sido un sendero lleno de baches;

he caminado dando tumbos,

cayendo y levantando,

pero sin detenerme.

Y aquí voy todavía

siguiendo la luz de mi fantasía

que me da la fuerza oara seguir avanzando.

¿Cuánto falta?

No lo sé ni me importa,

no me detendré.

Tal vez haya pausas,

desacelere el paso,

pero no claudicaré.


            xxx

viernes, 6 de mayo de 2022

Impronta.

 No hay enamorado que no  esté loco... yo lo estoy 

y tú eres la culpable.

¿Culpable? ¡No! ¡Nunca!

Gracias por haberme dado la hermosura de ti,

de tu presencia, de tu existencia

que le dio sentido a la mía.

Físicamente ya no estás a mi lado,

pero dejaste la impronta en todo lo que me rodea.

Si alguna vez te sientes perdida, 

ven para que te encuentres al ver mi alma.

                           xxxxxxxxxxx

miércoles, 4 de mayo de 2022

Otra de Don Carlitos.

 Como era su costumbre, don Carlitos llegó a su banca en la Plaza de Armas de mi San Pedro, colocó cuidadosamente su cajita para dar toque y sacó su "chiva" de tabaco para hacer su cigarrito, lo encendió y le dio una profunda fumada, exhaló el humo y luego, cortésmente, me saludó. Platicamos unos minutos de lo cotidiano hasta que llegó lo que yo esperaba: una anécdota y esta vez no fue de la revolución y tras una fumada dijo:

-Pos una vez se me apareció el diablo "ai" por el rumbo fe "Benavides" -daba una fumada y comenté:

-Híjole, el susto que debe haber sufrido!

-Noo -respondió haciendo un ademán de desprecio. Qué miedo ni que la fregada, saqué mi "riata" y lo lacé y me lo traje a cabeza de silla.

-Ah! -exclamé y pregunté- Y dónde lo tiene.

Con voz que denotaba cierta decepción o incapacidad, agregó: -Pos no crees que cuando íbamos llegando a la estación, ¡me quemó la riata y se jue corriendo por entre los mezquites!-y movió su cabeza lentamente como cuando se nos frustra algo.


                                                                       xxxxxxxxxx

martes, 3 de mayo de 2022

Anécdota.

 Don Carlitos, ese hombre del que ya les he platicado, tenía carisma, aquella seriedad con la que platicaba lo que había vivido, es imposible olvidarlo -ni quiero olvidar-, sus charlas eran muy serias y así como ya escribí algunas, recordé   otra que aunque no fue de la revolución, deja de ser amena.

Preparó su cigarrito de hoja, la humedeció con su lenga para hacerla más flexible y luego de vaciar tabaco de la "chiva", la cerraba jalando de un hilo que sostenía con los dientes en un extremo, lo encendía, daba una buena bocanada, se atusaba el blanco bigote y dijo:

-Una vez venía por el cerro de Santiago cuando de entre las piedras se me apareció el diablo -hizo una breve pausa y dar una fumada a su cigarrito y esperaba la consabida pregunta de mi parte:

-Le  dio miedo? 

Hizo un gesto despectivo y dijo:

-Achis, claro que no me asustó, de inmediato saqué la reata y le aventé una mangana y lo apretè en la cabeza de la silla y me lo traje amarrao -daba otra fumadita y de nuevo intervine muy interesado;

-Y dónde lo tiene?

-Hombre, pos no lo vas a "crer", pero cuando íbamos llegando a la estación me quemó la reata y juyò por entre los mezquites.

Entornaba los ojos, echaba su cabeza hacia atrás cerrando los ojos y cruzaba los dedos de sus manos sobre su voluminosa barriga y descansaba.


                                                                    xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx