Este era un hombre mucho muy vanidoso y le gustaba presumir, pues también era muy rico. En cierta ocasión invitó a unos amigos y amigas para mostrarles su casa, estaba en una buena colonia residencial, por lo que uno de sus amigos comentó:
-Oye, qué bonita colonia.-el presumido. con un tono de voz que delataba su vanidad, sólo comentó:
-No tiene vecinos el bato (refiriéndose a él mismo) Entraron, la casa con jardín al frente, un bonito recibidor y los pasó a una elegante sala. Otro de los invitado dijo:
-Ah, qué hermosa mansión. -el presumido comento, de nuevo refiriéndose a él mismo:
-No tiene casa, el bato, no tiene casa.
Así continuaron elogiando todo y él, más envanecido, seguía con el mismo comentario. Vieron unas fotos y entre ellas había una de una muchacha bonita.
-Qué linda ¿es tu novia?
-No, es mi hermana.
-¿Vive contigo?
-No, se fue de monja.
Una de las invitadas dijo:
-Ah, se desposó con Cristo.
-Ah, no tiene cuñao el bato, no tiene cuñao. (¡!)
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