Como los búhos
mi cabeza gira ciento ochenta grados
mis pasos siguen avanzando,
pero sólo ven hacia atrás.
No, no es la edad
mi corazón ama con más intensidad,
mi mente piensa serenamente,
todo ha sido lo que llaman destino,
toda una vida juntos y de pronto
la senda se bifurca y ahora
cada quien va por
su propio camino.
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