Como agua en las manos imposible de conservar;
como nube de verano cargada de frescura
que no puede perdurar;
como rayo que en la noche estalla cegando con su luz,
así es tu presencia ahora:
fugaz,
impersonal,
pasajera
y sin embargo tan necesaria para mitigar la sed de ti;
para refrescar el ardor del alma,
para iluminar la noche de mi vida
que es vivir sin ti.
x x x
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