jueves, 26 de abril de 2018

Un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo

No hace mucho compré un "celular" y batallaba mucho, algunos alumnos gentilmente me ayudaban, pero la mAYORÍA SE BURLABA, me voy encontrando una máquina de escribir mecánica y la llevé a la escuela, todos atentos y curiosos.
-Alguien puede  ponerle el papel? -unos se acercaron, les di el papel y después de mucho batallar y de haber intervenido todos, lo hicieron.
-Pero está torcida, la quiero derechita... -no pudieron; moví la palanquita y la acomodé.
.Bien, ahora, como el escrito es breve, lo quiero a espacio y medio... No pudieron.
Lo hice y enseguida les dije:
-El margen izquierdo lo quiero a 7 espacios y el derecho en cuatro.
La voltearon al revés, le movían a todo y no pudieron-
-Bueno, déjenme hacerlo yo. Ahí está Lista. Alguien que quiera escribir? -nadie se animó, finalmente una chica se aventuró, picó las teclas y nada.
-No tiene cinta! -exclamé- pero aquí traigo una. ¿Quién se la pone?
Todos hechos bola. Finalmente las puse yo. Les pedí que tomaran asiento y les dije:
-En estas aprendí a escribir y llegue a escribir 90 palabras en un minuto (incluyendo conjunciones, preposiciones etc. Los vi y les dije muy serio:
-El que se vuelva a burlar cuando use el celular, le voy a estrellar la máquina en la cabeza y nunca olviden: "Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar y también un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo". Sonrieron y aplaudieron... (Hasta la fecha no tengo celular)


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