Tornasoladas luces de esperanza
cintilan en el encaje de tus pestañas
dándome el aliciente de seguir con mis anhelos.
Mujer hecha pregunta, duda, incertidumbre,
ataviada con los incógnitos ropajjes de:"cuándo", "dónde", "tal vez".
Es tu nombre, mujer,
la respuesta que no llega,
la duda que corroe
y sin embargo aviva la llama del deseo.
Eres el pecado imaginado
que mancha la castidad de tu alma
por el masoquista placer de tu silencio.
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