Allá por los años 50 hubo una pastorela en el rancho y, obviamente, todos los participantes eran rancheros. Bien, sale a la tarima (escenario) el diablo vestido de rojo, cuernos, tridente (una horquilla) y con voz fuerte empezó a gritar al tiempo que agitaba el tridente: "Yo mando al sol, mando las estrellas, mando los volcanes..." en eso se oye a uno del público gritar: "Lo que 'debías' di hacer es mandar el chivo a tu casa!" Todos soltaron la carcajada; el "diablo" muy enojado se paró al frente de la tarima y gritó: "Ese que me gritó que vaya y tizne a su madre... y se lo digo como hombre, no como diablo!
(Eso es ser un verdadero intérprete de su papel)
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No recuerdo si fue el mismo día de la pastorela anterior, pero sí era temporada. Ya pasado buen rato de terminada la pastorela se oye el canto desafinado de dos individuos, nos volvimos para verlos y eran nada menos que el "arcángel" con una ala toda caída, abrazado del "diablo", con los cuernos chuecos y en lugar del tridente traía una botella de mezcal, los vimos y mi papá, muy serio, comento: "Ojalá y así fuera en la realidad".
Ah, qué tiempos tan bellos.
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Jajaja... ojalá asi fuera
ResponderBorrarJajajaja así es en la política: uno que la hace de diablo, otro de ángel, y al final de la pastorela de la cámara se emborrachan juntos
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