Un gran poeta -que era muy católico, aunque tenía la desgracia de ser alcohólico. En cierta ocasión estaba parado dentro de una cantina esperando a que llegara algún conocido. Un cliente le preguntó al cantinero si lo conocía -al poeta- y el cantinero le dijo que sí, al oír la respuesta el cliente se dirigió al poeta, quien con gusto se acercó.
-Así que usted es Juan de Dios Peza, el poeta?
-Así es -contesto sonriendo.
-Bueno -dojo el cliente con aire de superioridad- le regalo una botella del vino que quiera sí me hace un verso.
-Con gusto. ¿Para quién lo quiere: alguna mujer, la patria, las flores...? -inquirió Juan de Dios.
Sabiendo el cliente lo católico que era, le dijo:
No, quiero un verso pero que termine con Jesucristo en una mierda.
Juan de Dios sintió que le hervía la sangre, pero la "cruda" era tremenda, así que le contestó:
-Bien. Cantinero, dame una botella de aquellas -dijo Juan de Dios. El cantinero se la dio y el cliente dijo:
-Oiga, pero primero el verso y ya sabe cómo quiero que termine.
-Sí, por supuesto -respondió. Abrazó la botella y dirigiéndose al cliente , le dijo:
"Nunca la esperanza pierda
que de pobre llegue a rico
y que lo clave de hocico
Jesucristo en una mierda"
¡Salud!
..............................................................................................
No hay comentarios.:
Publicar un comentario