Qué tormento tener que callar al verte; disimular lo que mi corazón te grita,
mis manos se cierran con fuerza
para contener el deseo de acariciarte:
Sólo iradas que charlan en silencio
y dicen lo que nuestros labios callan.
x x x
Estoy en el ocaso, lo sé y lo acepto
-sería una necedad no hacerlo-
lo bueno es que se necesita mucho tiempo
para llegar a viejo.
Dicen que los viejos no aman,
pero sí lo hacemos.
Amamos con sinceridad, con una total entrega,
hemos vivido lo suficiente para amar así.
No rogamos, nos entregamos;
no pedimos, damos...
lo difícil es ser correspondido.
x x x
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