Hoy fui arrastrado como una hoja por la brisa de la música.
Hace mucho que no flotaba y soñaba arrullado por las viejas melodías.
Los años se borraron y la juventud volvió.
¡Cuántas imágenes aparecieron! Todas bellas.
¿Cuánto tiempo duró? No lo sé.
Abrí los ojos y dulces lágrimas rodaron por mi ajado rostro.
Sonreí al darme cuenta que lo que la música evocó
no era historia, es tan intenso el recuerdo
que sigue vivo en un maravilloso presente,
sólo basta escuchar música... la que aprendí cuando rodeé tu cintura,
esa que sigue indeleble en mi brazo,
así como sigue indeleble el dulce de tu beso,
intenso e imperecedero
¿por qué? ¡porque fue el primero!
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