El camino es apacible, lento, leve.
Transcurre girando en espiral hacia arriba;
la concentricidad va cerrándose en amplios arcos
y sube espacio, sin prisa,sin descanso.
Es preferible subir que avanzar,
el paisaje se ensancha y la visión se amplía.
Antes "los árboles no me dejan ver el bosque",
ahora lo contemplo todo, mas lo que hay a su alrededor.
Ahora la nubes me envuelven,
no como una mortaja,
sino como gasa transparente
que me cubren de frescura.
Este vuelo es como el de las grandes aves
que encuentran las corrientes que las elevan
sin agitar las alas.
Así me elevo sin levantarme de la cama,
la cálida brisa de tu mirada,
el tibio viento de tu beso
bastan para convertirme en ave
y pueda volar y extasiarme el hermoso
y gran paisaje de tu entrega.
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Hermoso!
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