Eres una cicatriz que el tiempo no ha borrado;
el ancho lecho de tu caudal
es tan sólo un páramo
flanqueado por áridas montañas.
Cómo nos parecemos:
mi caudaloso torrente también se evaporó,
mi cauce desaparece en el infinito.
Aquí estoy en mis despojos viendo los tuyos,
sólo nos queda el recuerdo
de nuestro caudaloso pasado.
Todo tiene un final,
aceptemos el nuestro con la satisfacción
de que fuimos caudal, torrente y vida.
x x x
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