La paz que ahora me rodea me hace reflexionar sobre todo lo que he vivido,
pero más aún en lo que me queda por vivir... sinceramente no qiero pensar
en ello, pero es imposible evadir la realidad.
Dios ha sido bueno conmigo -así como lo es con todos- y deseo tener resignación,
mas no lo consigo. ¡Quiero más vida! una vida en la que se me permitió hacer de
ella lo que quise y lo malo que me hubo pasado a nadie puedo culpar.
Todos los días he pedido perdón por mis actos, puedo tener excusas para sustentar
que no fue mi deseo lastimar a nadie, si acaso lo hice fue sólo la reacción a una acción
y esa acción tuvo los efectos consecuentes... recuerdo la escuela cuando me enseñaron
que a toda acción hay una reacción igual.
No me queda más que pedir perdón y lo tendré si aplico lo que me fue indicado: "El perdón sólo es concedido cuando hay contrición"...
Así que siguiendo esa enseñanza, sigo lo que me fue enseñado: "Todo lo que pidan en nombre de mi Hijo, se los cocederé", así que: "Señor, dame salud, bendice a todos los que en tí creemos, te lo pido
por tu Hijo, mi Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo que son un solo Dios todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén"
Dios los bendiga.
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