martes, 22 de septiembre de 2020

Ni modo.

 Un par de amigos rancheros andaban trabajando y a uno de ellos le llegó la necesidad de desahogar una necesidad fisiológica (fíjense qué sutileza de vocabulario) y se va detrás de un mezquite, no se dio cuenta que había una víbora, el hombre se bajó el pantalón y se colocó en la posición adecuada y de pronto sintió la mordedura de la víbora en la mera punta de su asunto, salta asustado y le dice a su amigo:

-Pancho, corre y trae a don Chon el curandero, me "pico" una cascabel, no quiero agitarme y acelerar el efecto del veneno, por favor "corre por don Chon"!

El amigo corre y, afortunadamente, no estaba lejos el curandero y con voz de apuro le dice:

-Don Chon, venga, córrale, a Jacinto le "picó" una cascabel, órale, corra!

-Ay, Pancho, las "riumas" no me dejan correr, pero tú puedes atenderlo. Le haces una cortadita donde lo mordió y chúpsle y escupe, pa que le saques el veneno.

Pancho se le quedo viendo y le preguntó:

-¿No hay otro remedio?

-No! Anda córrele y haz lo que te dije.

Pancgo regresó corriendo y vio a su amigo acostado con un gesto de dolor y luego le miró el "asunto" donde lo mordió la víbora y viendo a su amigo le dijo con un tono voz consolador, incluso medio cantadito:

-Chinto... te vas a morir... (¿?)


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