viernes, 25 de marzo de 2016

Proemio.

Muchas personas me preguntan que por qué elogio tanto al medio rural, aunque  no lo   declaran sé que lleva una intención maliciosa. Por lo general no doy explicaciones, prefiero callar porque no saben el evangelio escrito con el fruto con el que harán el Cuerpo de Cristo el arado, en esa tierra que  su tiempo se consagrará y se convertirá en el cuerpo de Cristo. Tierra que ha sido regada con sangre, sudor y lágrimas.
Compadezco a quienes no han tenido la dicha de platicar un viejo ranchero. En los ranchos.
Gente de rancho con el color de la tierra en su piel la gente es sencilla, se conocen entre sí desde que nacieron. Diariamente comemos algo que fue cultivado por ellos
Entre ellos la verdad no se oculta y el honor se conserva con dignidad y cuando es manchado, se lava con sangre. No aceptan el engaño, por eso se saben todo de todos..
Mi padre fue ranchero y le daba más valor a un apretón de manos que a un documento firmando ante un juez.

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