Nadie podrá ocultar lo pobre y lo tonto -la palabra del refrán es más expresiva-, así que para qué disimular; lo auténtico da tranquilidad, nada hay que esconder con artilugios y disfraces, simplemente ser.
Nunca usar el "hubiera", simplemente "me equivoqué y el precio lo pagué".
Cuántas aguas turbulentas en mi juventud navegué, enfrenté tormentas, pero jamás naufragué.
Ahora pesco recuerdos en un plácido río, a veces suspiro, a veces lloro, pero al final siempre sonrío.
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