martes, 3 de marzo de 2015

Soledad...

Nada más hermoso que la noche;
nada más bello que el silencio,
libre el pensamiento de la carga del ruido.

Sólo yo, yo solo flotando en la barca de la imaginación
poblada la mente de recuerdos, imágenes, ideas.

Deslizar la pluma y vayan apareciendo las palabras
sobre la inmaculada superficie.

Va desarrollándose el soliloquio ameno,
intrascendente, pero que le da razón al ocio.
Cierro los ojos y apareces
y los brazos se extienden para luego ceñirse
en las cóncavas líneas de tu cintura.

Las blancas manos se deslizan tibias
sobre mi ajado rostro y sonrío lleno de gratitud
por tu caricia y soy feliz;
feliz de soñar despierto y tener tu compañía
en esta hermosa soledad
.

Por eso amo la noche, la ausencia de todo,
el silencio, porque así puedo llenarlo todo de ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario