Pagué -me quitaron- las cuotas del IMSS durante 40 años, lo mismo que el impuesto, el infonavit. Hace muchos años hice uso del IMSS ¡Qué maravilla! Un cuarto para dos, para los enfermos ambulantes contábamos con un "salón de juego" (dominó), atención médica dos veces al día, la doctora (en este caso) iba acompañada de dos o 3 "pasantes", examinaba y explicaba a la vez... Bueno eso fue hace mucho, me hice viejo y he tenido que ir dos veces más... ¡Ay, Dios! Terrible, no hay lugar, tras mover "palancas" me dieron cuarto en el que estábamos amontonados cuatro, el doctor una visita para darle clase a toda una tribu de pasantes, nomás él habla, en fin terrible; gemidos, ayes, pugidos, gritos "aromas"...
Respecto a la cita con la anticipación de un mes, la daba, Iba puntual, una rapidísima "revisión" o "auscultura" (no sé si así se diga), a la computadora y listo, ¡el que sigue!
Al salir de la consulta la recepcionista hacía la cita para 40 días más tarde, claro, las medicinas exactas para 30 días... Y...¿ahora? Ah, pues la cita debe ser por teléfono, yo hablé, en el transcurso de un día, SIETE VECES y la respuesta fue la misma: "Todas las líneas están ocupadas"! Estaba de visita mi hija que le sabe a esta ancheta y me sacó una cita para el 21 de agosto.
Una empleada me preguntó en plan de disculpa: "Acaso no sabe cuántos son?" y le contesté: "Sé que son un chingo y todos pagamos".
Sabemos qué es lo que sucede, todo se lo lleva el gobierno, pero ahora, con el sagrado corazón de amlo -porque hasta el habla le cambió ("Tendremos un 'reino de paz").
Todo esto es suficiente para una excelente película de terror y risa.
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