Cuando platico con alguien acerca de los profesores, reuerdan a algunos, yo, por el contrario, son unos cuantos los que no recuerdo, espero les interese este escrito.
Kinder: La Sra. Ordoñez, esposa de un prestigiado médico, murió en unas vacaciones y no quise volver, Gracias a la intervención del Profr. Hernández, inspector escolar, fui admitido en I de primaria antes de tener la edad "oficial"en la Escuela Centenario, de San Pedro y mi maestra fue Consuelo Trujillo; en II Ciria Betancourt; en III María Castillo; en IV El Profr. Andrés Gallegos; en V y VI el profr, José Ma. Sifuentes Ruiz. Al pasar a VI estuve muy enfermo de los ojos, me operaron en Monterrey y me prohibieron que me diera el sol, pero como es necesario, me sacaban en calzoncillos con los ojos vendados y me sentaban en el patio y fue así como "perdí" un año y también la oportunidad de tener a mi inolvidable profesor Chemita.
Era tradición en la familia entrar a la Academia Comercial Amado Nervo y fue así como aprendí disciplina, nuna he conocido a una maestra, no sólo estricta, sino muy dura y en dos años logré mi título de "Estenógrafo" (contador privado, con conocimientos gramaticales, contabilidad, caligrafía, taquigrafía). Trabajé unos meses en una refaccionaria, pero mi papá se dio cuenta que añoraba estar en la escuela y en enero me aceptaron, siempre y cuando me pusiera el corriente en un mes... ¡Y lo logré! Mis maestros en Comercial, DOÑA Leonor Reyes Saucedo, Ma. Elena Morales, Tomás Arroyo, Profr, Jesús Treviño. En la secundaria: Al mestro Daniel Gaytán, Felícitas Martinez, María Calderón, José Santos Valdez, Celia Fraustro, Jesús Fraustro (Teté... no me acuerdo. inglés; Dr. Robles, francés. Salí y mi sueño dorado: alumno del Glorioso Ateneo Fuente, con maestros como Ildefonso Villarello Vélez; Arturo Moncada Garza, Ernesto Cordero, Lila Mazatán, Federico González Náyez, "el blancanieves", El Botánico... (No lo recuerdo, claro eso fue en 1958)
Me dediqué a la docencia y siendo el alumno más viejo de la UANE me gradué como Licenciado en Ciencias de la Educación y mi vida laboral, hermosa y provechos y claro trabaje para los Jesuitas.
Largo y tedioso el escrito, pero para mí, fue un revivir unos años muy felices (Estuve en la escuela de Jurisprudencia -no había UAL, así como en la normal superior, pero no las terminé) Gracias por su tiempo y Dios los bendiga.
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