Las campanadas anuncian la caída de la tarde
y las aves retornan a sus nidos
y yo espero que la noche llegue
para que despierte el mundo del pensamiento
e inicie su cita de amor con el sentimiento.
La humeante taza dialoga con el humo del cigarrillo
y la pluma espera junto al tintero
para escribirte desde el fondo del alma: ¡Te quiero!
Los años no han podido vencer lo que por ti siento;
al contrario, cada día es más puro el sentimiento.
Y así seguimos juntos tomados de la mano
bajo el cielo tachonado de estrellas
que hemos encendido una a una
con un beso de amor bajo la cómplice luz de la luna.
Tomas el papel y lees a la luz de los cocuyos
y esperan impacientes mis labios
para que sonrían y se junten con los tuyos.
¿Para qué hablar?
si así, en silencio, de este modo,
sin palabras, con una sonrisa y un beso
nos lo decimos todo.
oOoOoOoOo
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