miércoles, 2 de noviembre de 2016

Manos trémulas.

Cuando las manos se vuelven trémulas,
cuando el corazón debilita su palpitar,
cuando el cuerpo no responde con fuerza
es cuando el sentimiento se vuelve más suave,
con esa suavidad y ternura que la juventud no conoce,
Los ojos se abren más en un afán de captarlo todo;
los años van forjando la llave que abre un gran cofre
para llenarlo con los tesoros que la mocedad desperdició.

Ahora deseo con más vehemencia
en una ansia de prodigar
con creces la dulzura del sentimiento
y derramar la suave brisa de la ternura.

Pero...¿a quién le importa un viejo?

A pesar de que el vino nuevo
jamás tendrá la suavidad y dulzura
del vino añejo.


------------------------------------------------------------l.a.p.

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