El ave del pensamiento tiende sus alas
y vuela sin agitarlas,
simplemente se eleva a confines lejanos
para luego volver con un colorido
plumaje de ilusiones.
Sacude sus alas y los colores caen
sobre el jardín de la esperanza.
Qué sería de mí sin esas flores
que bordean el sendero de mi vida.
Ocasionalmente pierdo el camino
y voy entre abrojos bajo un ielo gris,
pero el ave de mi pensamiento
vuelve y me trae de nuevo la luz
y el color que adorna mi sendero
y me invita a seguir adelante,
siempre adelante buscando el tazón de oro
de donde surge el arco iris de mi final.
------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios.:
Publicar un comentario