lunes, 30 de enero de 2017

LA LLAVE MISTERIOSA:

-Pobre viuda, que en huérfano abandono sufriste al par que tu inocente hijo, ¡cuánta pena me das!
-Yo no me aflijo; tengo una llave que me importa un trono.
El tiempo en mis manos aprisiono
a que labre mi dicha la dirijo,
y como ella me da cuanto le exijo,
pan y enseñanza al niño proporciono...

Siempre alguna esperanza venturosa
en misteriosos signos me dibuja,
y con su compañía soy dichosa.

Con ella hago milagros... sin ser bruja.
-¿Y cuál es esa llave misteriosa?
-¡Esta, me dijo..., y me mostró la aguja!

José Antonio Soffía.

(Del libro "Alma Latina" lectura de III de primaria (1946-47) Escuela Centenario. Señorita María Castillo. San Pedro de las Colonias, Coah.)

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