domingo, 5 de febrero de 2017

Quién soy. L.A.P.

"Hechos son amores y no buenas razones" reza un viejo refrán "Los hechos hablarán por vosotros" dice un antiquísimo escrito. "El que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver" y es que a las personas las catalogan por lo que tienen, no por lo que hacen y de nuevo se les dice que son de "familias bien" sin importar cómo obtuvieron lo que tienen.
He conocido muchas personas que tienen mucho dinero y que lo obtuvieron en base a arduo trabajo, sacrificios, entrega y su comportamiento es sencillo, amable y muy caritativos sin hacer alarde -Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha-, en cambio -la mayoría- hacen todo lo posible para presumir lo que tienen y, por lo general, se les olvidan los tiempos de pobreza.
¿Han notado el comportamiento de muchos que lograron obtener un puesto sin importancia, pero en una dependencia "oficial"? Muchos hemos padecido su trato déspota, nos citan para tal día a tal  hora y llegamos con anticipación y no nos atienden y cuando llegan a hacerlo, ni siquiera se dignan a vernos y su respuesta es lacónica: "Venga la semana que entra" y punto... y eso que no fuimos a pedir limosna, sino a que se nos cumpla un derecho por el que pagamos por muchos años. Ah, pero que no se trate de que llegue un "jefe", se deshacen en caravanas y sonrisas.
Una vez, hace muchos años, en una plática de A.A., escuché a un compañero que "tocó fondo" y con la ayuda de esta agrupación logró salir y no sólo eso, sino a sobresalir y valoró la vida -propia y ajena-, siguió los 12 pasos y ayudó a muchos, sin ninguna presunción y no olvidaré cuando dijo: "Primero yo, después yo y al último yo". Me sorprendieron sus palabras y cuando la junta terminó le dije que sus palabras me habían parecido muy vanidosas. Sonrió y dándome una palmadita en el hombro, me aclaró: "Somos como una gota de agua que cae en un recipiente, observa y verás que la gota desaparece, pero forma múltiples círculos concéntricos y cada  círculo es parte de ti: tú, tu familia, tu trabajo, tus amigos, la sociedad en la que vives... todo eso somos, no somos una gota que cae en tierra seca y se resume. Cuando conocemos bien a las personas podemos evaluarlas, por eso aquel gran filósofo dijo: "Conócete a ti mismo", si lo haces serás auténtico y no tendrás qué ocultarte de nadie; quien se te acerque, recíbelo con sinceridad y humildad... ah, y nunca dejes de sonreír y no te darás cuenta a cuánta gente ayudarás... Luego le seguimos. Dios te bendiga, y me dio un apretón de manos.

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