los murciélagos de mis secretos aguardando la noche
para salir y revolotear alrededor de mi memoria.
Cómo me gustaría que fueran mariposas,
pero no... abren sus negras capas
y llenan de chillidos a mis oídos.
Hace mucho esos recuerdos fueron aves
de hermosos colores,
fueron florees que corté en plenitud
en los dorados días de mi juventud.
Las flores se marchitaron
y las aves se esconden del día
en los agrietados muros de mi vida
esperando la noche para salir
y gritarme que soy como ellos...
no, no soy como ellos que se alimentan de insectos,
yo bebo el néctar de las flores,
si quieren devorarme que lo hagan,
así podrán deleitarse con el dulce añejo
de mis vivencias
l.a.p.
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Navego en los secos mares,
me deslizo sobre las olas de arena
y el alma se calcina
sin encontrar una lágrima
que humedezca mis llagados labios
¡Cuánto daño me causa tu ausencia!
Fuiste el oasis en el páramo de mi vida,
aún lo eres en la aridez de mi memoria
y continuamente te recuerdo
para darle, así, una razón de ser
a mi existencia.
l.a.p.
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