Monjitas

Iba un grupo de monjitas  en su vagoneta VW y de pronto el motor se apagó. De buena suerte pasó un samaritano a prestarles ayuda. -No tiene gasolina, es todo -dijo el samaritano. La madre superriora empezó a llamar la atención de quién tuvo la culpa e interviene el samaritano.
-No se preocupen, yo les doy gasolina para que lleguen a la próxima gasolinera, pero no traigo recipiente, ustedes no traen algo en qué poner la gasolina?
-No, ay, Señor, cómo le haremos'?- En eso una novicia dice:
-Ya sé! en la bacinilla de la madre superiora, lo cual se le puso roja la cara de vergüenza.
-Está bien, no hay problema, por favor denme la bacinilla -dijo con calma el samaritano.
Todas etaban avergonzadas, el samaritano se acerca para vaciar la gasolina, pero la superiora se opuso:
-De ninguna manera, ya es mucha la vergüenza, nosotras se la ponemos.
-Bueno, que Dios las bendiga y el samaritano siguió su camino, las monjitas estaban echándole la gasolina cuando en eso pasa  un trailero y ve lo que están hciendo y exclama para sí mismo:
¡Esa, es fe, no....ingaderas!

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