martes, 13 de diciembre de 2016

No hay que confiarse.

Dos muy amigos, pero uno de ellos era jotito y se encuentran y el jotito andaba "jarioso" y le dice a su amigo:
-Ay, manito, no seas gacho, hace muchísimo que no lo hago y, créeme, me hace falta. Ándale no seas malito anímate.
Ah, eso sí que no! Por eso somos amigos porque nunca me lo habías propuesto.
-No seas malo! Lo mismo que sientes tú cuando te has abstenido de una mujer ¿cómo te sientes?
-Bueno, sí, así como tú, pero con una mujer.
-Por favor! En nombre de esta vieja amistad, hazme ese favor. ¡Te lo suplico!
Total que el amigo se fue compadeciendo y aceptó, el jotito se preparó y el amigo también y en el primer "embate" el jotito se quejó:
-Ay, estoy reseco, ponle salivita.
El amigo lo hizo y  culmina la acción. pero en eso el jotito reaccionó debido a sus hormonas masculina y cuando el amigo acaba, el jotito le dice:
-Ay, ahora yo.
-Ah, eso sí que no! Ni lo sueñes.
Pero el jotito estaba frenético y  saca una pistola y le dice serio_
-Te digo que ahora yo, soy capaz de lo que sea.
El amigo lo ve muy amenazador y ni modo acepta.
El jotito le da la primera embestida y el amigo se queja y el jotito le pregunta:
-Quieres que le ponga salivita?
Y el amigo con voz molesta le contesta:
-No! Así en seco pa' que se me quite lo pendejo.


-------------------------------------------------------------------------

No hay comentarios.:

Publicar un comentario