Como las casas de mi pueblo.

Estoy hecho como las casas de mi pueblo:
de tierra y paja, adobes secados al sol,
si me deterioro con un 'enjarre' tengo,
un enjarre que tape los nidos de las arañas
y una blanqueada de agua con cal
que refresque y desinfecte el cuarto
donde sueño y guardo mis tesoros
que son sólo recuerdos
y escritos llenos de locura,
ese cuarto es mi corazón.
Mi esqueleto -ya lo dije- es de mezquite
y mi piel está curtida por el ardiente sol,
los años enriquecen mi vivir,
ya llegará el día en que todo sea luz
y llegará como un sueño tranquilo
que no es otra cosa que morir.
Discretamente me preguntan si tengo miedo
y sinceramente digo que no,
sería imbécil no aceptar lo inexorable,
al contrario, tengo la sincera curiosidad
de la dicha de, por fin, conocer la Verdad.

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