Ya me gradué.//Vuela el pensamiento.

Ya me gradué, ahora he obtenido un título verdaderamente honroso, ha sido una larga carrera y aprobé las materias, no con SUMA CUM LAUDE, ahora ejerzo la noble proesión dee viejo.
Es un título difícil de alcanzar, soy de los afortunados que terminó sus estudios, ahora me dedico al postgrado.
Es una hermosa profesión, lleva mucho tiempo a pesar de que sólo es una materia, no es teórica, es eminentemente práctica: ejercicios continuos, solución de problemas, dominio de temperamento, refrenar impulsos y la más difícil de todas APRENDER A VIVIR... y el estudio no termina, en este postgrado me preparo para un examen final, a veces el Decano avisa, otras es un examen sorpresa y todos debemos presentarlo. Es un balance sencillo en donde aparecen cargos y abonos. ¿Lo pasaré? ¡Quién sabe!
A pesar de tanto estudio no me siento preparado para sustentar mi examen final... ni quierro presentarlo.
Pero más vale que me prepare, ese examen es inexorable.


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Vuela el pensamiento y va dejando su huella en el cielo de papel.
Mi memoria se llena de imágenes que han sido recogidas en el largo camino recorrido.
Necesito sincronizar esas imágenes que se atropellan en confusa batahola.
Un chiquillo de cinco años hojea un regalo de cumpleaños: "Los cuentos de Andersen" y la locura principia.
El tiempo continúa al igual que la locura y la imaginación les daa formaa a los nombres: Grimm, Perrault, Verne, Salgari, LeBlanc, Doyle, Wilde, Calderón, Poe, Alarcón, Machado, Bécquer (....) Ingenieros, Borges, Fuentes, Paz, Neruda y más y más y la locura también más y más.
Voy a juntar mis libros, los amontonaré en un lugar de mi desierto, los incendiaré y me tiraré a la pira para consumirme con ellos y me convertiré en cenizas y humo y subiré hasta esfumarme sin dejar rastro.

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