"La felicidad no es hacer lo que quiero, sino querer lo que hago", esta definición la leí hace muchos años y me gustó y por eso me dedique a la docencia, especialmente secundaria y prepa, que están en esa edad conflictiva, en la que no son niños, pero tampoco son hombres, es decir, esa encrucijada por la que la mayoría hemos pasado. Nunca creí en el "muchacho problema", pero sí en Los muchachos CON problemas y es donde el docente debe intervenir e investigar a qué se debe. No creo en estudiantes tontos, creo que tienen algún problema y hay que apoyarlos, aconsejarlos como una plática, porque a los consejos directos, en esa edad no los toman en cuenta. Algunas veces el problema es el mismo docente que, por algún motivo, el alumno siente antipatía por él. Comparemos a estos chicos con aquellos cumplidos, disciplinados y veremos que el ambiente social y familiar es mejor que el de los "chicos problema", dediquen alguna clase para charlar con ellos de temas cotidianos o platicarles anécdota que encierren un mensaje que pueda ayudarlos. Docentes que DAN clase hay muchos, docentes que ayuden y formen a sus alumnos son pocos. Creo que esos que son llamados por los alumnos como "profes buenos y les gusta su clase" y es que son profesores que siguen lo dicho: ">La felicidad no es hacer lo que quiero, sino querer lo que hago", los problemas se dejan en casa, no se "desahogan" en el salón de clase.
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muy bueno!
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