Los gusanos de las horas
devoran mi existencia.
Cada día que vivo, es un día menos que vivo,
así ha sido desde el comienzo:
nacer para morir.
Hay que vivir intensamente
día a día; minuto a minuto,
para poder decir
-paradójicamente,
que ha valido la pena vivir.
------------------------------------------------
No hay comentarios.:
Publicar un comentario