viernes, 10 de abril de 2015

Fernando

Le dice una amigo al otro: -Lo que voy a decirte es doloroso, pero creo que es necesario que lo sepas.
-De qué se trata? -pregunta el otro intrigado.
-Tu mujer te engaña!
-¿Qué? ¡NO, NO!
-En cuanto te vas al trabajo llega el "sánchez".
-¡Dios mío, no puede ser! -exclama compungido el amigo. Al día siguiente se despide de su mujer, pero al llegar a la esquina se esconde y espera. A los 10 minutos se estaciona afuera de su casa un "Audi" 2015, baja un hombre joven, elegantísimo y muy bien parecido. El marido está más que sorprendido. La essposa abre la puerta y abraza al "sánchez"
-¡Fernando, mi amor! -exclama abrazándolo. El individuo, la separa con suavidad y le dice:
-Tranquila, pueden vernos -y entran a la casa. El marido siente que se le sale el corazón. Espera unos minutos y abre muy silenciosamente para sorprenderlos en "el acto" y ve y escucha:
-Ay, Fernando, mi amorcito -y lo abraza. Fernando la retira con suavidad y le dice con voz calmada:
-Tranquila, déjame quitarme el saco -se quita el 'Yves Saint Laurent' y lo pone en el repaldo de una silla. La mujer, desesperada, vuelve -Espera, mujer, espera -le dice mientras cuidadosamente se quita la corbata Gucci de seda pura y luego la camisa, ¡Qué torso de Fernando! Pectoralees como de acero, los abdominales como lavadero. El marido observa sorprendido la escena. En eso la mujer se le arrima a Fernando y se quita la bata y el marido ve las tetas caídas y lonjas y cubriénose la cara con las dos manos exclama en silencio el marido: ¡Ay, qué vergüenza con Fernando!

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