sábado, 4 de abril de 2015

Para Toño.


Que la osadía es para los jóvenes y la prudencia es para los viejos, definitivamente no es mi caso; soy viejo y ssigo siendo imprudente, afortunadamente a lo único que hago un poco de daño es a la ecología, pues es el papel la víctima de mi torpeza.

El tiempo no me dio sabiduría ni me inculcó cautela en mis acciones, sigo siendo obcecado en mis locuras y aquí estoy mancillando la blancura de la hoja, que no es otra cosa que el pañuelo que enjuga las amargas lágrimas que causan las espinas de las hermosas rosas de mis recuerdos.

Joven y querido amigo, perdona la intrepidez que me caracteriza, tu comprensión es mi aliada y mi estulticia mi atrevimiento.

Gracias amigo por tu resignación para ser mi confidente.

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