sábado, 11 de abril de 2015

Las monjitas

Iban una monjitas en su "combi"cuando de pronto se paró, ahí están viendo, pero pues no se compone con miradas. En eso pasó un automovilista caritativo y se detuvo:
-Qué le pasa? hermanas.
-Ay, señor, pues quién sabe, simplemente se paró y ya.
El automovilista revisa y les dice:
-Es que se les acabó la gasolina.
-Válgame, Dios! -exclama la superiora- Hermana Engracia a ustede le tocaba echarle.
-Es que creí que le tocaba a la hermaana Sor Rosario de 10 misterios.
El automovilista sonrió comprensivo.
-No importa, yo les doy gasolina para que lleguen al próximo pueblo, pero no traigo recipiente, ¿no traen algún bote o algo así?
-Ay, pues no...
Luego la hermana Rosario de los 10 misterios dice:
-Madre superiora, en su bacenilla.
La madre se ruborizó: -Ay, hermana cómo se le ocurre!


-No importa, es un recipiente y con eso basta. Total que la madre, tapándose la cara con una mano le entrega la bacenilla, el automovilista la llena, pero cuando iba a echársela al tanque, la madre superiora le dice:
-Ay, no, por favor, ya es mucha la vergüenza, nosotras se la echamos.
-Bueno, como quieran. Que Dios la bendiga -dijo el automovilista y se fue. Las monjitas están vaciando la bacenilla en el tanque de la "combi" cuando pasa un trailero y las ve y exclama:
-¡Esa es fe, no chingaderas!

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