Los tenis. /El calculador

Llegó un individuo a una cantina echando bravatas, dos individuos que tranquilamente bebían, se molestaron, se pusieron de pie y se acercaron al bravucón y le dan tremenda chinga que, al final, lo arrojan a la calle golpeando las persianas de la puerta.
Unos minutos después el bravucón entreabre las persianas y dirigiéndose al cantinero le dice:
-"Échamelos pa' fuera, acá me los abrocho"
El cantinero, viéndolo todo sangrante le pregunta:
-¿Qué no llenaste?"
Y el bravucón le aclara:
"¡Los tenis, güey, los tenis!"

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Entra un chaparrito malencarado a una cantina, se pone las manos en la cintura y con aire retador y voz gruesa y firme, grita:
"Calculo que aquí hay puros cabrones" -dirigiéndose al cantinero le ordena: "Dame una copa de la bebida más fuerte que tengas".
Se la sirve y de un trago la bebe sin hacer el menor gesto, se limpia los bigotes con el dorso de la mano, de espaldas se apoya en la barra poniendo los codos, mira a toda la clientela y luego arroja un escupitajo y sale tranquilamente de la cantina, todos los parroquianos en silencio, luego uno de ellos le dice al otro:
-"Oye, qué chaparro tan valiente" -y el otro le contesta:
-"Deja lo valiente, ¡el cálculo que tiene!"

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